jueves, 17 de marzo de 2011

FENG SHUI Y SALUD

La meta final de cualquier escuela de Feng Shui es crear las condiciones propicias para que el ser humano viva en armonía con la naturaleza y consigo mismo. Es tan importante hablar de la salud de los espacios que habitamos como de la salud de nuestro cuerpo, mente y espíritu. No olvidemos que para ésta filosofía de vida, todo lo que constituye como nuestro entorno nos influye y nosotros influimos en él.
No es necesario ser un practicante de Feng Shui para afirmar que la salud es el centro de nuestra vida.  La persona que lleva una vida saludable estará en condiciones de desarrollarse en todos los aspectos de la vida.  Por mucho dinero que tenga, si la persona no se encuentra sana física, emocional y mentalmente, no podrá apreciar y disfrutar las pequeñas grandes cosas de la vida.
Las diferentes escuelas de Feng Shui sitúan la salud en el centro mismo de la casa, oficina o dormitorio.  Se trata de la zona de energía llamada "Tai Chi".  Activarla fortalecerá nuestra salud física, emocional y mental.  Esta zona está asociada con el elemento Tierra.  Colocar objetos que lo representen fortalecerá la salud y la prosperidad de todos los integrantes de la familia. Para ello se pueden colocar objetos de cerámica, piedras, cristales, macetas, esculturas o bien pintar las paredes con los colores tierras, partiendo desde el amarillo, pasando por todas las gamas de los marrones hasta el naranja pastel, ya que el naranja en su gama  más elevada forma parte del elemento Fuego.
Y no olvidemos que una limpieza profunda revitalizará dicho espacio, reactivando las energías que pudieran estar estancadas.

Una caminata diaria activará tus energías.


Caminar una hora al día, ir al gimnasio o practicar algún deporte pueden ser una vía de liberación de la agresividad y de los sentimientos negativos que nos obstaculizan, siempre y cuando esa actividad sea de nuestro agrado y nos permita disfrutar mientras la realizamos.  No se trata de hacer un ejercicio por obligación que nos demande esfuerzo o sufrimiento.
El contacto con la tierra, el aire y el agua es bueno para nuestro cuerpo y nuestras energías.  Aunque el día a día esté repleto de responsabilidades, es bueno darse un tiempo para caminar por zonas verdes y arboladas, en algún momento poder descalzarnos y dejar que nuestros pies entren en contacto con la tierra y descarguen  la energía que nos sobra.
Conviene respirar al aire puro y sanador de la naturaleza, caminar por una plaza o parque y escuchar el sonido de la naturaleza.
Llenarnos de energía con la luz y el calor del sol, en su justa medida, es saludable para la piel, los huesos y produce en nuestro cuerpo vitamina D, indispensable para la correcta absorción del calcio. El sol como lo he dicho en entradas anteriores es fundamental para la vida del planeta y es el generador de vida, sin él nada existiría.



El cuidado de nuestro cuerpo no siempre es tarea fácil, pero no imposible, sólo es cuestión de empezar y tomar conciencia de cuan importante es. 
Aceptar nuestro cuerpo, mimarlo, cuidarlo y mantenerlo sano y vital lleva su tiempo. Las actividades como la meditación, el yoga, el reiki, el tai chi chuan, las técnicas de estiramiento muscular y la relajación son algunas de las muchas actividades que desbloquean las energías del cuerpo. Cualquiera de éstas actividades producirá una mejora notable en nuestra salud y el bienestar general del cuerpo y del espíritu.  Nos ayudarán a mantener el cuerpo en una postura correcta y a estirar los músculos y tendones, proporcionando  más flexibilidad a nuestros movimientos. Aprenderemos a ser conscientes del cuerpo y sus movimientos, de las zonas bloqueadas y sobrecargadas, mejorando así el buen funcionamiento del organismo y mejorando de ésta manera nuestra salud.
Si practicamos ejercicios de relajación o meditación aprenderemos a calmar la mente y con ellas los pensamientos negativos que nos agobian.  La meditación nos enseña a tranquilizarnos, a estar en calma emocional y espiritualmente. Liberando al cuerpo de las ataduras mentales, nos sentiremos más libres, más sanos y más completos.

Para mantener un estado saludable, la alimentación cumple un papel fundamental.  Se recomienda en primer lugar los alimentos que aportan vitaminas y sustancias antioxidantes como las frutas, los cereales integrales, los frutos secos y las verduras. Este tipo de alimentos aportan sustancias que ayudan a que el cuerpo se autoregule y nos mantiene en nuestro peso.  Consumir los alimentos crudos -frutas y verduras- es muy recomendable porque mantienen la vitalidad de la naturaleza.


Y por último y no por eso menos importante es desarrollar nuestra creatividad, si nuestro trabajo es monótono, rutinario se recomienda realizar actividades que desarrollen nuestra creatividad, en las que podamos dejar volar la imaginación.
Tomar clase de pintura, de cerámica, bailar , tejer , incluso escribir o leer, son buenas opciones para liberar la mente de rutinas y responsabilidades.  Este tipo de actividades son sanas y nos permiten expresar sentimientos internos, liberar preocupaciones, miedos o ansiedades.  Las actividades que nos permiten desarrollar la creatividad son buenas para liberar la mente y el espíritu.  El trabajo y las actividades cotidianas deben alternarse con buenas horas de descanso.  No olvidemos que el cuerpo rejuvenece y se recupera durmiendo.  El cansancio es uno de los principales síntomas de la enfermedad.  Caer enfermos puede ser una llamada del cuerpo para que nos dediquemos a descansar y recuperar energías.


Frase del día:
"Cuida tus hábitos, porque se transformarán en tu destino"
Gandhi